¿POR QUÉ ES FUNDAMENTAL LA DISTRIBUCIÓN DE ACTIVOS?
¡Tu madre tenía razón, no pongas todos los huevos en la misma cesta!
¿En quién prefiere confiar? ¿En el Sr. John Templeton que una vez afirmó: "los únicos inversores que no deben diversificar son los que tienen razón el 100% de las veces", o en Warren Buffett quien piensa que la diversificación es un medio eficaz para curar la ignorancia: “una amplia diversificación es necesaria únicamente cuando los inversores no entienden lo que está haciendo"?. Ambos se han convertido en multimillonarios: el Sr. Templeton por ser el pionero en el uso de fondos de inversión globalmente diversificados y Warren Buffet por hacer apuestas muy concretas y exitosas.
En mi caso, siendo realista con respecto a las capacidades de los seres humanos, creo que los principios de Warren Buffett no son aplicables a cualquier persona, a menos que sea un mago de los mercados financieros o un inversor dispuesto a asumir riesgos extremadamente altos. Personalmente, siempre he preferido la filosofía del Sr. John Templeton y debo admitir que las recientes turbulencias de los mercados financieros han reforzado el sentimiento de que la diversificación es clave para monitorizar el riesgo y maximizar la preservación del patrimonio. Por lo tanto, desde mi punto de vista, pienso que todas las clases de activos tienen cabida en una cartera aunque es necesario preguntarse: ¿Qué lugar debe ocupar cada activo y cómo puede un inversor obtener lo mejor de cada uno de ellos?
Eso es exactamente lo que busca la asignación estratégica de activos “Strategict Asset Allocation” (o “SAA”): un enfoque estructurado, basado en una diversificación eficiente que tiene como objetivo maximizar la rentabilidad, con un riesgo constante en el largo plazo. En otras palabras, el SAA ayuda a resolver el difícil equilibrio entre el riesgo y la rentabilidad.
UN ENTORNO INCIERTO
La última década ha sido como montaña rusa para los mercados financieros y es probable que la incertidumbre sea un rasgo característico y permanente de los mercados durante los próximos años. Para enfrentarse a este tipo de entorno, no es suficiente con comprar y mantener acciones o bonos de manera oportunista. Antes de pensar en invertir en productos individuales, los inversores tienen que distanciarse, definir y construir, a nivel de clase de activo, la estructura más apropiada para su cartera en función de su perfil de riesgo.
Esto se denomina asignación estratégica de activos y ofrece una manera eficiente de preservar el capital en el largo plazo. Para hacerlo bien, hay que hacerse diferentes preguntas como, cuál es mi rentabilidad objetivo, qué nivel de pérdida podría aceptar, cuáles son mis necesidades de liquidez, etc.
BUSCANDO LA COMBINACIÓN ÓPTIMA DE ACTIVOS
A continuación, y de acuerdo con estos objetivos y limitaciones, el siguiente paso es definir la correcta combinación de activos. Se trata de aprovechar tres parámetros clave:
- En primer lugar, comprender el perfil de rentabilidad-riesgo específico de cada clase de activo. Por ejemplo, la rentabilidad de la renta variable es mucho más volátil que la de los bonos.
- En segundo lugar, evaluar la sensibilidad de cada clase de activo a los factores económicos. Por lo general, las acciones obtienen buenos resultados en épocas de crecimiento y las materias primas se comportan mejor en tiempos de inflación.
- Por último, pero no menos importante, es necesario medir la intensidad de las correlaciones entre las diferentes clases de activos para combinarlos de manera eficiente.
Retomemos un poco más este último punto: el objetivo aquí construir la combinación de activos perfecta para beneficiarse del efecto de la correlación. Para explicarlo de forma más sencilla, dos clases de activos perfectos puede evolucionar de una manera muy similar (correlación positiva) en direcciones opuestas (correlación negativa), o ser completamente independientes entre sí (descorrelación). Por ejemplo, en condiciones normales de mercado, los mercados de renta variable -ya sean desarrollados o emergentes o de gran o de pequeña capitalización- están fuertemente correlacionados entre sí. Por otra parte, las acciones y los bonos suelen tener una correlación negativa.
En el siguiente gráfico, vemos un ejemplo de la evolución del índice DJ Europe 600 frente a una cartera diversificada que incluye acciones, bonos, activos inmobiliarios e inversiones alternativas. Como se puede ver, la cartera diversificada se comporta mejor durante períodos de turbulencias en los mercados. Esto se debe a que la diversificación de la cartera protege mejor contra los vaivenes del mercado y hace que la cartera sea más resistente durante periodos de crisis, obteniendo mayores rentabilidades en el largo plazo.
Efecto amortiguador de la diversificación (Fuente: Strategic-A, Renta variable (DJ Stoxx 600), Cartera diversificada (45% bonos, 25% renta variable, 10% inmobiliario, 4% oro y materias primas, 5% hedge fund, 6% private equity y 5% efectivo))
UNA CARTERA DISEÑADA A MEDIDA
Por supuesto, dependiendo en los requerimientos y limitaciones a largo plazo definidos inicialmente, la distribución de activos puede ir variando en el tiempo. Por ejemplo, supongamos que Usted está a punto de retirarse, después de invertir durante 30 años. En este contexto, su mayor preocupación será la de optimizar la estructura de su cartera con el objetivo de poder transmitírsela a sus hijos sin problemas. Su distribución "ideal" sería completamente diferente de la de un inversor que acaba de incorporarse a la vida laboral, tiene hijos pequeños y está considerando una inversión inmobiliaria. Sin embargo, para ambos, el proceso de asignación estratégica de activos seguirá el mismo camino: ayudarle a reflexionar y responder a las preguntas claves para construir una cartera diversificada eficiente.
LA CLAVE EN LA CONSTRUCCIÓN DE CARTERAS.
Para concluir, no estoy diciendo que con la asignación estratégica de activos se puedan evitar las caídas de los mercados, pero si digo que poner todos los huevos en la misma cesta es una estrategia arriesgada, excepto si usted es el nuevo Warren Buffett (¡qué ojalá lo sea!) Una correcta combinación de activos, en línea con sus objetivos personales, es vital para ayudarle a preservar su patrimonio. En pocas palabras, la SAA es clave en una estrategia de gestión patrimonial.
Por último, tenga en cuenta mis cuatro reglas de oro:
1. PIENSE A LARGO PLAZO: piense de forma estratégica antes que táctica, para evitar quedar atrapado en una espiral de compra-venta y no olvide que la asignación estratégica de activos es una fuente esencial para la estabilización de la rentabilidad.
2. EVALUE EL RIESGO DE MANERA CORRECTA: hágase preguntas clave, defina su aversión al riesgo, tenga en cuenta que sin riesgo no hay rentabilidad y haga uso de distintos indicadores para evaluar el riesgo (volatilidad, iliquidez, pérdida máxima aceptada).
3. DIVERSIFIQUE: recuerde que cada clase de activo tiene algo que aportar a una cartera, construya una combinación de activos óptima y tenga en cuenta que estar en lo cierto siempre es muy difícil.
4. PIENSE DE FORMA GLOBAL: obtenga una imagen global, defina su estrategia de inversión global teniendo en cuenta todas sus preferencias y limitaciones y siempre siéntese a reflexionar antes de tomar cualquier decisión de inversión.