Inversiones de impacto: poniendo en práctica la teoría
Vincent Lecomte, Co-CEO de BNP Paribas Wealth Management
Diseñar este tipo de “Inversiones de Impacto” plantea muchos desafíos. El principal se deriva del hecho de que este impacto intencional debería poder medirse y reportarse.
Esto significa que, además del habitual rendimiento financiero, hay que crear una información totalmente nueva para los inversores, basada en indicadores concretos. Estos indicadores tienen que cubrir un rango mucho más amplio que la rentabilidad financiera. Por ejemplo, desde un mayor volumen de agua potable disponible, hasta la cantidad de energía renovable producida o la mayor superficie descontaminada. También hay que asegurarse de que estos indicadores pasan unos controles regulares, independientes y exhaustivos.
Para que sean creíbles, tanto los indicadores, como la forma de recopilarlos, tienen que ser objeto de una metodología estrictamente definida y ser compartidos por toda la industria. Es por ello que, en BNP Paribas Wealth Management, compartimos de manera regular las tendencias en inversión de impacto con diversos actores del sector financiero, gestores de activos, bancas privadas, auditores, clientes y empresarios.
Es por esto también que personalmente estoy encantado con que se definieran “los principios de las inversiones de impacto” en la reunión anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional celebrada en Indonesia. Este marco ayudará a que las inversiones de impacto crezcan como una clase de activo “principal”.
Es por esto también que personalmente estoy encantado con que se definieran “los principios de las inversiones de impacto” en la reunión anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional celebrada en Indonesia. Este marco ayudará a que las inversiones de impacto crezcan como una clase de activo “principal”.
Sin embargo, la importancia de estos principios no debe hacernos olvidar que nuestros clientes tienen múltiples ambiciones en lo que respecta a sus inversiones. Siendo una de las formas más sofisticadas de invertir de manera sostenible, las inversiones de impacto no van a representar el 100% de los activos invertidos. De hecho, habrá inversores que quieran asegurar que sus inversiones están haciendo algo bueno pero no necesitan que ese impacto sea medido.
Otro tipo de inversores pueden querer evitar algunos sectores o productos que afecten de manera negativa al entorno o a la sociedad. A estos inversores les interesarán nuestras políticas de exclusión que aseguran por ejemplo que el Grupo BNP Paribas no invierte en ninguna compañía relacionada con la industria del tabaco. Esta es una nueva medida que estamos desarrollando actualmente, para alinear las convicciones de nuestros clientes y las de BNP Paribas como grupo, recogidas en la política de compromiso de nuestra compañía.
Por último, pero no menos importante, otra parte de nuestros clientes no solo quieren ser inversores, sino también donantes. Para estos clientes, contamos con más de 10 años de experiencia en asesoramiento filantrópico en Europa, Asia y EEUU.
Por último, pero no menos importante, otra parte de nuestros clientes no solo quieren ser inversores, sino también donantes. Para estos clientes, contamos con más de 10 años de experiencia en asesoramiento filantrópico en Europa, Asia y EEUU.
La industria de banca privada ha hecho frente a nuevos desafíos en los últimos años: nuevas normativas internacionales, protección de los intereses de los clientes, programas de experiencia de cliente y digitalización, etc. Con este nuevo cambio, en el que incorporamos las inversiones sostenibles, nos va a permitir mejorar la experiencia de nuestros clientes y contribuir junto a ellos a crear un mundo mejor.
Estamos asistiendo a un cambio importante en la forma en la que los inversores invierten su patrimonio. La sostenibilidad se está convirtiendo progresivamente en un criterio importante para la toma de decisiones a la hora de invertir.
Los inversores ya no buscan únicamente obtener rentabilidad, sino que también quieren tener un impacto, ya sea medioambiental o social. Esta tendencia se ve reforzada por su mayor disposición a comprender este impacto, por ejemplo, a través de informes o indicadores clave de rendimiento (KPI).