#Estrategia de mercado — 31.03.2017

Transición hacia tipos más elevados

2017 será otro año marcado por la incertidumbre política, pero difiere de los años anteriores en que las perspectivas económicas son mucho mejores.

Los indicadores adelantados, como las encuestas de opinión, daban a entender una mejora que hoy se ve reflejada en las cifras de empleo y crecimiento (PIB). Además, la inflación también es más alta, por lo que podemos descartar el riesgo de deflación que llevaba tiempo atormentando a los responsables económicos de Europa. Las expectativas de beneficios se han revisado al alza y reflejan la mejora general del entorno macroeconómico.

Estas noticias han ayudado a los mercados financieros a empezar bien el año y, en ciertos casos, se han alcanzado nuevos máximos (por ejemplo en EEUU). La clave va a ser la normalización de los tipos de interés. Como era de esperar, la Fed subió el 15 de marzo 25 puntos básicos sus tipos de interés, de acuerdo con su doble objetivo de maximizar el empleo y mantener los precios estables. Creemos que se producirán 3 subidas de tipos en 2017 y el consenso de mercado espera otras 3 adicionales en 2018.

Para el Banco Central Europeo el principal reto será seguir reduciendo su programa mensual de compra de bonos. Debería realizar otro anuncio en esta línea antes de fin de año, junto con un plan para normalizar el tipo de depósito pasando de -0,4% a 0% durante 2018. A la luz de estos cambios, hemos ajustado nuestro objetivo de 12 meses para los bonos del gobierno de EE.UU. (del 2,75% al ​​3%) y para los bonos alemanes (del 0,75% al ​​1%).

Esta transición hacia tipos de interés más altos y mayores rendimientos de los bonos puede ser una fase de incertidumbre para los mercados de renta variable.

Una agenda política complicada

El resultado de las elecciones parlamentarias en los Países Bajos del 15 de marzo es claramente positivo para los mercados. La votación parece haber puesto fin, al menos temporalmente, al éxito del populismo antieuropeo. Esperamos que en las elecciones francesas de mayo se vuelva a votar por la continuidad, pero la incertidumbre durará hasta el último minuto.

Además, en Estados Unidos, la nueva administración de Trump es una fuente de riesgo por su proteccionismo. Las decisiones que se tomen en este ámbito son muy esperadas. Una guerra comercial podría tener efectos desastrosos en los mercados financieros. Otra fuente de incertidumbre es el alcance del plan de crecimiento americano (gasto en infraestructuras y reforma tributaria). De hecho, las expectativas del mercado se basan en la hipótesis de que la mayoría de las medidas serán aprobadas a pesar del enorme impacto en la deuda pública del país.