#Estrategia de mercado — 23.05.2022

ACTUALIZACIÓN DE NUESTROS TEMAS DE INVERSIÓN PARA 2022

La subida de los tipos de interés provoca una mayor volatilidad y una preferencia por activos de mayor solidez

Unos tipos de interés más elevados en un entorno de menor crecimiento y la alta inflación apuntan a una menor rentabilidad de las inversiones

Las acciones y los bonos prefieren la caída de los tipos de interés de los bancos centrales a la actual subida 

Nuestro punto de partida para la inversión es complicado: un entorno de alta inflación que impacta en el poder adquisitivo de los hogares y, potencialmente, en la rentabilidad de las empresas.

Este entorno con una inflación tan elevada no se había visto en décadas, desde los años 1970-1980. Además, este escenario de subida rápida de los precios se traduce en una combinación de a) tipos de interés más altos a corto y largo plazo, y b) una ralentización del crecimiento económico al final del ciclo económico.

Esta doble barrera para el crecimiento económico de a) un "impuesto" inflacionista sobre los consumidores y las empresas, junto con b) unos costes de financiación más caros para las hipotecas y los préstamos, no es un escenario ideal para los inversores en las clases de activos tradicionales de acciones, bonos, monetario e inmuebles. Un análisis histórico revela que en épocas de mayor inflación y subida de los tipos de interés, las materias primas, incluidos el oro y el petróleo, tienden a obtener mejores resultados, al contrario que los bonos.

El primer trimestre de 2022 resultó difícil para las acciones y los bonos, mientras que las materias primas brillaron

Los mercados de renta variable y de renta fija a nivel global empezaban, por fin, a salir de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, para luego sufrir una segunda crisis, la del conflicto en Ucrania, lo que hizo que fuera un primer trimestre difícil. El índice MSCI World registro una pérdida del 5% durante el primer trimestre de 2022, sin que la renta fija mundial o los bienes inmuebles cotizados a nivel mundial la compensaran, ya que perdieron un 6% y un 4% respectivamente durante el mismo periodo. Se trata de un hecho históricamente poco frecuente. En 1994 fue la última vez que las acciones, los bonos y los inmuebles cotizados cayeron a la vez. Las materias primas, (incluidos los metales básicos, los metales preciosos y la energía), han demostrado ser una clase de activo diversificadora muy útil en este momento de caídas de los precios de las acciones y de los bonos. El índice de materias primas de Bloomberg, sin incluir la agricultura, ha subido un 31% durante el año 2022 hasta la fecha. Tenemos que tener en cuenta que el actual clima geopolítico incierto persistirá durante algún tiempo. Esto sugiere que los mercados financieros seguirán volátiles en el futuro inmediato, a los mercados no les gusta la incertidumbre.

Temas clave: activos estratégicos, cobertura de la inflación, economía circular

Actualmente la economía mundial está luchando para hacer frente simultáneamente a dos choques económicos. El primero es el daño causado a las cadenas de suministro mundiales por las repetidas oleadas de cierres relacionados con el COVID-19 en todo el mundo. En segundo lugar, la interrupción del suministro de energía, alimentos y metales industriales clave resultante del conflicto de Ucrania, así como las sanciones económicas relacionadas con Rusia. Nuestro primer tema de inversión, relativo a los activos estratégicos, pone de relieve la urgente necesidad de que los países se aseguren un suministro fiable de energía, alimentos, materias primas, tecnologías y componentes clave desde jurisdicciones estables y predecibles. La creación de una exposición que cubra la inflación de forma diversificada a través de activos reales como las materias primas, las infraestructuras y el sector inmobiliario, así como otros activos a prueba de inflación, sigue siendo una prioridad clave en este periodo de alta volatilidad de la inflación. 

Las frágiles redes logísticas mundiales y los costes cada vez más elevados de las materias primas representan un enorme incentivo económico para el modelo de economía circular. Este modelo da prioridad a la optimización del uso de los recursos naturales a través de un diseño mejor y más modular, una mayor disponibilidad de piezas de repuesto para la reparación, formas de reutilización o incluso de “upcycle”, la venta de artículos de segunda mano y el reciclaje de bienes al final de su vida útil para recuperar las materias primas clave.

Perspectivas económicas y tipos de interés

Crecimiento más débil y mayor inflación

Crecimiento más débil pero sin recesión

Los resultados de las últimas encuestas empresariales, en particular de la confianza de los consumidores, han puesto de manifiesto el impacto del conflicto militar en Ucrania. Sin embargo, existen diferencias significativas entre los países. La zona Euro es la más expuesta debido a su elevado porcentaje de importaciones de energía. Los fundamentales subyacentes siguen siendo sólidos. La creación de empleo es muy fuerte en la mayoría de las economías occidentales y esto debería apoyar los ingresos. El gasto público debería ampliarse para financiar una aceleración de la transición energética hacia una economía con bajas emisiones de carbono, una gran prioridad ya que los países se han dado cuenta de la necesidad de reducir su dependencia del suministro ruso. Por último, los nuevos riesgos de atascos en la cadena de suministro deberían impulsar a las empresas a invertir en la relocalización de la producción y en la acumulación de inventarios. Esperamos un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2022 del 2,8% en la zona Euro y del 3,7% en Estados Unidos. Para 2023, las cifras son del 2,7% y del 2,5% respectivamente.

La inflación seguirá estando más alta durante más tiempo

El conflicto militar en Ucrania ha aumentado la incertidumbre en torno a la inflación. La comparación interanual de los precios al consumo se ha disparado hasta alcanzar nuevos máximos. Por tanto, no es de extrañar que la inflación siga siendo la principal fuente de incertidumbre para los inversores. Esperamos que la inflación alcance su punto máximo en los próximos meses, pero la velocidad de normalización sigue siendo imprevisible. Esto se debe principalmente a los altos precios de la energía y a los cuellos de botella en la cadena de suministro. La inflación seguirá siendo superior a los niveles anteriores al COVID-19 debido a la transición hacia las energías renovables y la seguridad energética. La inflación de los precios de los alimentos también podría obstaculizar el proceso de normalización, especialmente en las economías emergentes. En nuestra hipótesis base, prevemos que la inflación de la zona Euro alcance el 6,7% y el 3,2% para este año y el próximo. Para Estados Unidos, esperamos un 7,5% y un 3,4%.

El camino hacia unos tipos de interés más altos

La inflación elevada y generalizada está ejerciendo una mayor presión sobre los bancos centrales, sobre todo en Estados Unidos. La Reserva Federal de EE. UU. tiene la intención de subir los tipos más rápido y con más fuerza en este ciclo de subidas para endurecer las condiciones financieras. Prevemos cinco subidas de tipos adicionales este año, empezando por una de 50 puntos básicos en mayo. Por lo tanto, esperamos que el tipo de interés de los fondos de la Fed finalice en 2022 en el 2,0%. Como la Fed es partidaria de subir los tipos rápidamente, al principio del ciclo de los tipos de interés, ahora prevemos que la Fed suba los tipos sólo 75 puntos básicos adicionales para el próximo año, lo que deja nuestro objetivo de fondos de la Fed para finales de 2023 en el 2,75%. La Fed debería anunciar un programa de reducción del balance, que comenzaría en mayo en lugar de julio.

En su reunión de marzo, el Banco Central Europeo (BCE) anunció el fin del Programa de Compras de Emergencia (PEPP) y una reducción más rápida del Programa de Compra de Activos (APP) (es decir, menos compras de bonos), a pesar del conflicto entre Rusia y Ucrania y su impacto en los precios de la energía y el crecimiento de la Unión Europea. Esto nos permite suponer que: a) el BCE pondrá fin a sus compras netas de bonos del APP en el tercer trimestre, y b) subirá el tipo de depósito en diciembre en 25 puntos básicos al ver que la inflación se traduce en un aumento de los salarios. Esperamos que los tipos se eleven tres veces más en 2023, lo que situará el tipo de depósito en el 0,50% y el tipo principal de refinanciación en el 0,75% a finales de 2023. El consenso general es que los tipos de interés suban en todas las economías del Grupo de los Diez (G10), excepto en Suiza y Japón. En las economías emergentes, los bancos centrales empezaron a subir los tipos en 2021 y deberían seguir haciéndolo para frenar el aumento de la inflación. La excepción es China, que seguirá bajando los tipos en un intento de reforzar la demanda.

 

Edmund Shing, Global Chief Investment Officer (PhD)

 

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