Seguimos positivos en los principales mercados de renta variable desarrollados
Flujos de salida de bonos hacia activos de riesgo
Los tipos de interés comenzaron a subir el verano pasado debido a una combinación de factores: el regreso de la inflación al terreno positivo (en gran medida debido al aumento de los precios del petróleo), aumentos salariales moderados en EEUU, Reino Unido y Alemania, una tendencia mayor de crecimiento económico, un cambio en la combinación de políticas hacia una política más reflacionaria en un momento en que las políticas monetarias están al final de su ciclo y el inicio de una normalización de la política monetaria en EEUU. Estos factores se mantendrán en 2017, de ahí nuestra previsión de más subidas de tipos en el futuro.
Por lo tanto, los rendimientos de las inversiones en renta fija serán bajos. Recomendamos precaución con respecto al mercado de bonos. Nuestro objetivo a 12 meses para el bund alemán a 10 años es del 0,75% y nuestro objetivo a 12 meses para los bonos del tesoro americano a 10 años se mantiene en el 2,75%. Los retornos de los bonos de gobierno serán débiles, por debajo de la inflación.
Buenas previsiones para la renta variable
Las salidas de capital de la renta fija se están dirigiendo hacia la renta variable. El mercado empieza a hablar de nuevo de una "gran rotación“ a favor de los activos de riesgo. Un entorno ligeramente más inflacionista favorece a los mercados de acciones, siempre y cuando el aumento de los tipos de interés se mantenga moderado (nuestro escenario).
Los mercados de renta variable se beneficiarán de un aumento de los beneficios empresariales, sobre todo en Europa y Japón, reforzados por la caída del euro y del yen frente al dólar. Además, las valoraciones de estos dos mercados siguen siendo razonables, particularmente en relación con el mercado estadounidense, que ahora está caro, tras varios años de mejor comportamiento. Estos dos argumentos fundamentales (un aumento en los beneficios y unas valoraciones atractivas) van a durar, pero no debemos olvidar que la volatilidad no ha cesado. El momentum actual es favorable para los mercados de renta variable y continuará. Pero más adelante en el año, los factores de riesgo podrían convertirse en realidad. Estos riesgos se refieren principalmente a EEUU, donde seguiremos de cerca las primeras medidas que tome la administración Trump, en particular las referentes al comercio internacional (riesgo proteccionista).
Por otra parte, como la Fed está comenzando una política monetaria más restrictiva, los mercados podrían preocuparse de nuevo a lo largo del año. En China, las autoridades se enfrentan a un doble desafío: la debilidad de la divisa debido a las importantes salidas de capital y el riesgo de un sobrecalentamiento en el sector inmobiliario.
Por último, la agenda política de Europa está cargada en 2017: elecciones en Holanda en marzo, elecciones presidenciales en Francia en mayo y elecciones generales en Alemania en otoño. Estos acontecimientos son ampliamente conocidos y en parte explican el retraso en los mercados de renta variable europeos.
2017 debería ser un buen año para los activos de riesgo. Sin embargo, no hay que bajar la guardia, porque la volatilidad puede volver en cualquier momento.
Continuamos favoreciendo los mercados desarrollados
- El mercado estadounidense se ha comportado muy bien en los últimos años, gracias a una economía en crecimiento y a unos beneficios corporativos récord. Ahora se encuentra muy avanzado en el ciclo económico y relativamente caro en términos absolutos. Bajo la administración de Trump es difícil saber si el futuro aumento de los salarios, ligado a la aceleración de la inflación, será superior a la recuperación económica. Los márgenes de las empresas estadounidenses podrían verse afectados. Nos mantenemos neutrales con respecto a Wall Street: alcanzará nuevos récords, pero tiene menos potencial que otros mercados.
- También nos mantenemos neutrales con respecto al Reino Unido. La libra ha perdido valor, lo que tendrá un efecto automático de impulso de los beneficios generados en el extranjero (el 70% de las ventas del FTSE se realizan fuera del país). Con un PER de 16, el mercado de renta variable de Reino Unido no está barato.
- Seguimos positivos en la zona Euro: potencial de crecimiento, medidas por parte del BCE, tendencia alcista de los beneficios, valoraciones muy baratas en comparación con los tipos de interés. No hay que olvidar la cargada agenda política que podría generar volatilidad en el corto plazo.
- En las últimas semanas, Japón se ha beneficiado de la debilidad del yen. Justificamos nuestro optimismo a medio plazo porque esperamos nuevas medidas procedentes de las autoridades, bien por parte del Banco Central de Japón, o estímulos fiscales por el gobierno de Abe, con una reducción de los impuestos corporativos, un aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones, mayores dividendos y recompra de acciones por parte de las empresas.
- El riesgo proteccionista del mandato de Trump y el probable endurecimiento de la política monetaria en EEUU justifican nuestra precaución a corto plazo con respecto a los mercados emergentes. Recomendamos ser selectivos dependiendo de su grado de sensibilidad a la economía estadounidense. Seguimos favoreciendo Asia emergente, particularmente China e India.