LA VUELTA AL COLE DE LOS MERCADOS
Ya hemos entrado en septiembre, pero los mercados no han vuelto todavía a la normalidad en cuanto a volúmenes. Suele ser a partir de la segunda quincena de septiembre cuando la actividad se normaliza y las tendencias, de haberlas, se deben tomar con más seriedad.
Los datos macroeconómicos siguen en buena línea y sólo ciertos riesgos geopolíticos son dignos de tenerse en cuenta, aunque ninguno debería ser detonante de una crisis bursátil:
- Corea del Norte – EE.UU.:
Corea del Norte, siendo un riesgo latente, no debería marcar tendencia alguna y de momento no debería ser centro de atención. Es un país totalmente descapitalizado y sin peso político en el mundo. EE.UU. es el mayor beneficiario de este incremento de tensión geopolítica, ya que sus aliados incrementan sus presupuestos militares y a Kim Jong-un, en caso de dar un paso más, se le acabarían los días de su mandato. A nadie le interesa tensar más la situación aunque si mantener tensa la misma.
- Referéndum del 1-O:
Otro de los frentes, de menor trascendencia internacional, pero que irá tomando cierto protagonismo en España, es el posible referéndum el 1 de octubre en Cataluña. A menos de un mes vista no hay campañas electorales, ni colegios electorales o urnas organizados. Esta situación sólo provoca intranquilidad al inversor internacional, o que no ayuda en absoluto al proceso de recuperación económica que está viviendo España. Con ello la prima de riesgo de España seguirá ampliándose y el coste de nuestra deuda se irá incrementando.
- Elecciones en Alemania el 24 de Septiembre:
A nivel geopolítico y de cara a las elecciones generales en Alemania del próximo 24 de septiembre, los acontecimientos siguen según lo esperado. Ángela Merkel como líder destacada no sólo ganará las elecciones, sino que dará estabilidad a la Eurozona.
- Francia. Macron trata de cumplir su programa electoral:
En Francia, Macron ya está poniendo en marcha su programa electoral. Ha empezado presentando cinco decretos sin debate parlamentario con el objetivo de liberalizar y modernizar el mercado laboral. Estas “ordenanzas” reformarán las pensiones, la seguridad social y actualizarán la parte laboral, estancada en los años 80. Esta forma de gobernar, evita la burocracia y el debate parlamentario con el objetivo impulsar estas reformas.
La reforma laboral busca un despido más flexible y el abaratamiento del mismo, recortando las indemnizaciones y el periodo de recursos. La idea es limitar la influencia de los sindicatos a pequeñas y medianas empresas privadas, así como una cierta reconversión de los mismos. A nivel de empleo público seguirán, posiblemente, con su status actual. Las empresas privadas francesas podrán, de aprobarse y llevarse a cabo estos cambios, reestructurar sus plantillas si los resultados son deficientes a nivel nacional. Los sindicatos como CGT y CFDT y FO y fuerzas políticas como FI (Francia Insumisa) y la extrema izquierda populista ya están movilizándose de cara a este otoño para tratar de frenar cualquier pérdida de status quo. Este es el primer paso de Macron para cumplir con su programa electoral. De llevarse a buen puerto sería un paso decisivo para acometer la gran reforma pública. En este proceso fracasaron Nicolas Sarkozy y François Hollande. Si su programa electoral se cumple, mejorarán los sectores estratégicos económicos franceses, se limitará el poder de los sindicatos y se reducirá la estructura del gasto público, algo necesario para asegurar las pensiones a 30 años vista.
En lo que respecta a los mercados, en EEUU se han obtenido buenos datos aunque no lo suficientemente sólidos para forzar otra subida de tipos en el corto plazo. La debilidad del dólar favorece la inflación, así como la competitividad de sus multinacionales.
Con respecto a la Eurozona, una vez que superemos las elecciones en Alemania, Mario Draghi será más explícito en su política monetaria. Por el momento, la Eurozona presenta un panorama alentador, incluso como para poder pensar que los incentivos monetarios empiezan a no ser tan necesarios. Tras las elecciones, es posible que vaya comunicando su intención de ir reduciendo su programa de compra de activos, que posiblemente pueda poner en práctica a inicios de 2018. Con este panorama no vemos que se normalicen los tipos de interés hasta mediados de 2018.
En lo que respecta a Asia, no hay noticias que nos lleven a dudar del buen momento macroeconómico que vive este área geográfica. En octubre se reunirán los máximos mandatarios chinos para la elaboración del nuevo plan quinquenal y guiarnos sobre su crecimiento deseado.