#Inversiones — 03.02.2017

RECOMENDAMOS INVERTIR A LARGO PLAZO EN RENTA VARIABLE FAVORECIENDO LOS SECTORES SÓLIDOS

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Desde el pasado verano, los mercados de renta variable se han visto favorecidos por los indicios que dejaban entrever el abandono de las políticas de estímulos monetarios a favor de medidas de impulso fiscal. Los inversores han aceptado cada vez más la idea de que la próxima intervención de las autoridades públicas serán medidas de relajación que se traducirán en la reducción de impuestos y en un aumento del gasto en infraestructuras. Tras varios años centrándose en los riesgos de caídas, vinculados a la ralentización de la actividad económica, desde hace varios meses empiezan a confiar en la recuperación del crecimiento económico.

Sin embargo, algunos inversores dudan del carácter duradero de esta recuperación. Sigue habiendo una cierta inquietud respecto a la puesta en marcha de las medidas de recuperación. Si las medidas de impulso fiscal no responden a las expectativas del mercado, el escenario de recuperación económica podría transformarse en un escenario de estancamiento de la economía mundial. Un aumento de la inflación que no venga acompañado de una mejora del crecimiento económico sería nefasto e incitaría a los inversores a volver a apostar por otros temas de inversión más prudentes.

En nuestra opinión, este escepticismo respecto a las previsiones de crecimiento a largo plazo podría beneficiar a las empresas que ofrecen perspectivas de beneficios sólidas y previsibles. Asimismo, a los inversores que inviertan a largo plazo, les recomendamos invertir en sectores de crecimiento duradero.

Por definición, los sectores de crecimiento duradero (o “crecimiento secular”) experimentan un crecimiento de los beneficios a largo plazo. Son susceptibles de aprovechar los cambios demográficos o la evolución de las tendencias de consumo y por tanto, son menos sensibles a los factores coyunturales que condicionan el crecimiento. Incluso si la recuperación de la economía sigue siendo el tema dominante en los mercados en 2017, el crecimiento secular se mantendrá intacto. Como consecuencia, cualquier corrección de uno de estos sectores contribuirá a crear oportunidades de compra.

Por el momento, identificamos dos sectores con unas perspectivas de crecimiento sólidas a largo plazo: la tecnología y la sanidad. Ambos sectores presentan una  demanda elevada de productos o servicios, independientemente de la economía.

El sector de la sanidad engloba a las farmacéuticas y a la industria de los equipos médicos. El envejecimiento de la población activa y la innovación médica son factores que favorecen a estos sectores y se espera que la demanda se mantenga fuerte a largo plazo. Existen numerosos productos en fase de desarrollo o a la espera de comercialización, especialmente para el tratamiento del cáncer o del alzheimer, por ejemplo. Además, las empresas del sector de la sanidad cuentan con balances sólidos y a menudo proporcionan dividendos elevados a sus accionistas. Como la industria farmacéutica ha tenido unos resultados mediocres en los últimos meses, las valoraciones se han vuelto relativamente atractivas. Como consecuencia, el precio actual de las acciones ofrece un punto de entrada atractivo para los inversores que quieran invertir a largo plazo.

La tecnología es otro de los sectores que goza de un crecimiento secular. Vivimos en un mundo acelerado en el que los hábitos de consumo y la forma en que nos comunicamos cambian continuamente. Algunos segmentos del sector, como el cloud computing, el e-comerce, el big data, el Internet de las cosas, el pago móvil y los modelos offshore deberían experimentar una demanda cada vez mayor en materia de innovación y conectividad.