Los riesgos vuelven a ser el centro de atención
Las cuestiones políticas en Italia en particular, y en menor medida en España, han suscitado dudas en los mercados europeos. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, por un lado, y entre Estados Unidos, la UE, México y Canadá, por otro, han vuelto a surgir. Existe el riesgo de una escalada. Todo esto ha provocado un período de aversión al riesgo a finales de mayo.
En nuestra opinión, la tendencia alcista en los mercados de renta variable continuará a medio plazo, pero la volatilidad persistirá. Nuestro optimismo se basa en tres razones fundamentales: el esperado aumento de los beneficios empresariales en 2018 y 2019, la previsión de subidas de tipos y, finalmente, las moderadas valoraciones bursátiles, excepto en el mercado estadounidense, cuyas valoraciones son más exigentes, en comparación con sus estándares históricos. Los flujos de capital a favor de la renta variable continuarán, en detrimento de las inversiones en renta fija. Hasta ahora nada socava estos tres sólidos argumentos.
Nuestras recomendaciones geográficas permanecen invariables: preferencia por la zona Euro y Japón. El debate de la Eurozona es intenso, pero seguimos confiando en los mercados bursátiles. Nos mantenemos neutrales en Estados Unidos y en los mercados emergentes. Dentro de la zona Euro, nos centramos en sectores cíclicos (bancos, energía, materiales, industrial, telecomunicaciones) y en la temática “value” que aun va retrasada. Dentro de los mercados emergentes, reiteramos nuestra preferencia por China e India y Polonia y Hungría en Centroeuropa.
Continuamos recomendando prudencia en los mercados de renta fija. Los rendimientos de los bonos cayeron durante esta fase “off” de riesgo. Pero creemos que será transitorio. La Fed anunció el pasado miércoles 13 de junio la subida, por segunda vez este año, de los tipos de interés en un cuarto de punto, lo que los coloca entre el 1,75% y el 2%. El banco central estadounidense prevé dos subidas más este año y tres en 2019. No hay cambios con respecto a nuestro objetivo para los tipos de los bonos a 10 años de Estados Unidos, es decir, lo mantenemos en 3,25% a 12 meses. Por su parte, el BCE ha anunciado un cambio en su política monetaria, con una reducción de su programa de compras de 30.000 a 15.000 millones de euros al mes a partir de septiembre y hasta diciembre. A partir de ahi, el BCE pondrá fin a su programa de estímulos.
Nuestra previsión a 12 meses para el bono alemán a 10 años es del 1,25%, impulsado por los tipos americanos. Neutrales en deuda “high yield” en euros y dólares. Permanecemos positivos con respecto a los bonos de los países emergentes en divisa local.
Teniendo en cuenta nuestros objetivos de tipos americanos y europeos a 12 meses y en vista de que no se van a producir cambios con respecto a la política monetaria en Europa, esperamos que en 2018 el euro se aprecie progresivamente hacia el nivel 1,22 frente al dólar. La mayoría de las malas noticias sobre el clima económico se han descontado. Sin embargo, revisamos nuestro objetivo a 3 meses a 1,19 teniendo en cuenta el movimiento en los mercados en las últimas semanas.
Continuamos neutrales con respecto al petróleo y mantenemos el rango esperado a 12 meses en 65-75 dólares/barril. El mercado del petróleo se está reequilibrando gradualmente gracias a una fuerte demanda mundial que compensa el aumento de la producción de petróleo de esquisto americano. Seguimos positivos con respecto al oro. Rango esperado de 1.200-1.500 dólares la onza. Permanecemos neutrales con respecto a las materias primas industriales.
En cuanto a las inversiones alternativas, mantenemos nuestra preferencia por las estrategias Global Macro, Long-Short Equity y Event Driven. Neutrales en el sector residencial europeo debido a las valoraciones (altas después de los muy buenos resultados de 2017) y por el impacto negativo para el sector inmobiliario de las subidas de tipos de interés.