#Estrategia de mercado — 19.03.2018

HACIA MÉTODOS DE PRODUCCIÓN SOSTENIBLE Y HÁBITOS DE CONSUMO SALUDABLES

Llevar una vida saludable en un entorno más limpio se está convirtiendo en un objetivo esencial para una población cada vez más numerosa. En consecuencia, nuestros hábitos de consumo están cambiando. Cuidamos más nuestra salud y nuestra actitud respecto al planeta también evoluciona.

Nuestro entorno tiene un impacto sobre nuestra vida. Cada día sufrimos externalidades negativas (éstas ocurren cuando el consumo o la producción de un bien provoca un efecto dañino a un tercero. La contaminación es un ejemplo) que, por el daño que provocan, pueden llevarnos a una pérdida de bienestar. El deterioro del medioambiente y los hábitos de consumo de la era postindustrial pueden tener efectos no deseables: contaminación, deterioro de la calidad de vida, surgimiento de nuevas enfermedades, escándalos agroalimentarios, etc.

Las externalidades negativas nos obligan a cambiar de comportamiento

Como consecuencia, el deseo de llevar una vida más saludable se convierte en una preocupación para una parte cada vez mayor de la población. Conscientes de los efectos perjudiciales de determinados hábitos, cada vez son más los que se esfuerzan por adaptar su modo de vida para preservar su salud y estos cambios darán lugar a nuevas tendencias de consumo. Las personas sensibles a esta temática realizarán actividades beneficiosas para su salud, como practicar deporte, modificarán sus hábitos alimenticios (alimentos orgánicos, una dieta más saludable, etc.), serán más selectivos en el consumo de productos de higiene personal (cosméticos naturales) y consumirán más servicios sanitarios (bienestar, innovaciones en salud).

El cambio climático sigue siendo un reto colectivo decisivo

Para vivir mejor, numerosos actores económicos apuestan también por una mejor conservación del planeta. El cambio climático es un reto económico, financiero y sanitario. La reducción de las emisiones de gas invernadero y de dióxido de carbono, el desarrollo de las energías renovables y la reducción de los combustibles fósiles son ahora objetivos sostenibles vitales. La transición energética mundial ya está en marcha. El número de instalaciones de nuevas capacidades de energía renovable sigue aumentando. A día de hoy numerosas empresas ofrecen soluciones para conseguir un entorno más limpio en sectores como la energía, la gestión de residuos, el control de la contaminación o el tratamiento del agua.

Recomendamos invertir en activos que favorezcan un modo de vida más saludable

Este tema abarca todas las zonas geográficas (mercados emergentes y países desarrollados) y se inscribe plenamente en el marco de la inversión responsable. Como recordatorio, la inversión responsable tiene en cuenta los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo (ASG) para generar beneficios financieros atractivos a largo plazo a la vez que ejercen un impacto positivo sobre la sociedad. También se integra en el marco de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas implantados por y para los gobiernos, la sociedad civil y las empresas de aquí al 2030 para guiar sus acciones y desarrollos futuros. Aquí encontramos temas como las ciudades y las comunidades sostenibles (Objetivo 11), el consumo y la producción responsable (Objetivo 12), la vida acuática (Objetivo 14) y la vida terrestre (Objetivo 15). Estos objetivos guían las inversiones responsables incorporando criterios ASG existentes y creando otros nuevos.

Por tanto, desde BNP Paribas Wealth Management buscamos aprovechar la concienciación de los actores económicos sobre la necesidad de vivir en un entorno más saludable y de adoptar nuevos hábitos más beneficiosos para la salud.