Oportunidades de inversión para el cuarto trimestre de 2021
Después de la recuperación, ¿qué viene?
El crecimiento, y no la inflación, es ahora la verdadera preocupación: desde julio, la reacción de los mercados de bonos a las tasas de inflación general de EE. UU., que superan el 5%, ha sido desconcertante. En lugar de ver un aumento de los rendimientos de los bonos, como se esperaría normalmente, los rendimientos de los bonos a largo plazo han caído desde sus máximos de finales de marzo. Los rendimientos del bono del Tesoro estadounidense a 10 años han bajado hasta el 1,3% (a finales de agosto), un 0,4% desde el 1,7% de marzo. Del mismo modo, los rendimientos del bund alemán a 10 años han perdido un 0,3% desde su reciente pico.
Señales prudentes del mercado de bonos: ¿qué nos dicen los mercados de bonos? Sugieren que el crecimiento futuro, y no la inflación, es ahora la principal preocupación de los mercados financieros.
Los efectos del estímulo relacionado con la pandemia se desvanecen: hay que tener en cuenta que esta recuperación ha sido alimentada por una ayuda anormalmente grande de los bancos centrales europeos y estadounidenses (tipos de interés cero, programas de compra de bonos) y de los gobiernos (apoyo al desempleo, "dinero helicóptero", gasto de inversión en infraestructuras). Este impulso económico fue de carácter puntual.
¿Se avecina un crecimiento más débil? A medida que volvamos progresivamente a algo parecido a una actividad económica más normal, después de los confinamientos (sujeto a cualquier consecuencia de las nuevas variantes de COVID-19), el impacto de este estímulo económico extraordinario se desvanecerá. Los mercados de bonos nos dicen hoy que hay un riesgo sustancial de crecimiento económico inferior en el futuro, después del estímulo.
Riesgo de endurecimiento prematuro de la política monetaria: los mercados también advierten del riesgo de que la Fed cometa un error de política, que reaccione a estas tasas de inflación más elevadas endureciendo la política monetaria demasiado pronto, cuando el crecimiento ya se está ralentizando. En ciclos anteriores, el principal desencadenante de la recesión económica ha sido la subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales en respuesta a las crecientes presiones inflacionistas. Recordemos que la sensibilidad de la economía mundial a los tipos de interés es hoy mucho mayor que en el pasado, dados los elevados niveles de deuda. Cualquier endurecimiento de la política de la Fed podría tener un fuerte impacto en la economía estadounidense y mundial.
¿Boom de la inversión? El aumento de la inversión gubernamental y empresarial es una nueva tendencia que creemos que será persistente. Los cambios estructurales en la demanda y el consumo tras la crisis, y el actual coste récord de la financiación de la deuda son vientos a favor de la inversión empresarial. Las empresas están invirtiendo para crecer, con el fin de reducir costes y generar ganancias de productividad duraderas, mientras que los gobiernos están invirtiendo tanto para apoyar el empleo, como para mejorar las infraestructuras clave de transporte, vivienda y comunicaciones.
Centrarse en los activos reales para obtener ingresos y diversificación: en un mundo en el que el efectivo, los mercados de bonos soberanos y los mercados de crédito corporativo ofrecen rendimientos históricamente bajos (o incluso negativos) a los inversores, abogamos por una mayor exposición a los activos reales con rentabilidades positivos después de la inflación. Vemos atractivas las ventajas de los ingresos y la diversificación en la exposición a infraestructuras, bienes inmuebles y materias primas. Los fondos de pensiones y de seguros tienen cada vez más dificultades para cumplir sus objetivos de rentabilidad esperada, debido a su peso histórico en la renta fija y el crédito. Esperamos que estos inversores institucionales aumenten su exposición a estas clases de activos reales en el futuro, tratando de equiparar sus pasivos a largo plazo con estos activos que pretenden ofrecer rentabilidades futuras muy superiores a los de la renta fija.
Reorientación hacia la atención sanitaria y la tecnología médica: la atención sanitaria se beneficia hoy de un resurgimiento de la inversión, además de las tecnologías revolucionarias emergentes. El reto es aumentar los años de vida saludable controlando la espiral de costes. Las empresas sanitarias están orientando mejor los tratamientos mediante técnicas de diagnóstico más precisas, detectando los problemas de salud de forma precoz mediante un enfoque de bienestar y prevención, y avanzando en el uso de la telemedicina para una prestación de asistencia sanitaria más rápida y eficaz. La aceleración de la aprobación de nuevos fármacos (especialmente para enfermedades relacionadas con la edad y psiquiátricas), está impulsando la cartera de fármacos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, lo que supone un aumento de los beneficios en el futuro.
Edmund Shing, Global Chief Investment Officer BNP Paribas Wealth Management
