La gestión de activos como herramienta para una gestión eficiente del patrimonio
Establecer una frontera entre la gestión de patrimonios y la gestión de activos es complicado. Ambos están estrechamente relacionados entre sí, centrándose en cómo gestionar los activos financieros para generar el rendimiento esperado, teniendo en cuenta un riesgo previamente determinado.
Los gestores de activos adoptan diversas formas. No es lo mismo, un gran fondo de pensiones que gestiona cientos de miles de millones de dólares en nombre de cientos de miles de jubilados, que un pequeño fondo especializado en private equity. Sin embargo, existe un rasgo común entre el gestor de pensiones, el gestor de fondos de private equity y el gestor de hedge Funds, por ejemplo: todos cuentan con un mandato de gestión, en el que se detallan los objetivos de inversión, los tipos de activos en los que se puede invertir y los riesgos que pueden asumirse, durante un tiempo predeterminado.
Los gestores de patrimonios ofrecen a sus clientes, familias con elevados patrimonios o emprendedores de éxito, estrategias para diversificar sus activos y ayudarles a beneficiarse de la apreciación del mercado normalmente con un horizonte a largo plazo. Las familias y los empresarios tratan de preservar su capital, y se centran en obtener rendimientos a lo largo de un periodo establecido, con el objetivo de transmitir su patrimonio a las próximas generaciones. Las decisiones siempre se toman teniendo en cuenta el objetivo específico de cada cliente, tratando de evitar riesgos y de obtener la rentabilidad esperada.
Los gestores de patrimonios utilizan a los gestores de activos para diversificar sus riesgos. Parte de la responsabilidad de un gestor de patrimonios consiste en elegir el mejor gestor de activos para que le ayude a gestionar de forma adecuada los activos de sus clientes. Como parte de la gestión del patrimonio de una familia, hay que diversificar los riesgos de inversión entre los activos privados y públicos, y entre la inversión directa y la delegada, con el objetivo de construir una cartera que sea capaz de soportar la peor crisis y a la vez generar rendimientos con el paso del tiempo.
La relación tiene que ser cercana. La identificación de los mejores gestores de activos, comprender su estrategia de inversión, sus horizontes de inversión y su tolerancia al riesgo, son elementos clave para poder elegir cómo utilizar cada uno de ellos, como parte de una estrategia global de cartera.
Otro elemento importante es tener acceso a los gestores de activos más rentables, que, por lo general, es bastante difícil para la mayoría, excepto para los grandes inversores. Esta es una de las funciones clave de un banco privado: ser capaz de abrir las puertas a estos gestores a los que un inversor particular normalmente no podría acceder. Por ejemplo, BNP Paribas Wealth Management ha establecido relaciones directas con algunos de los gestores de fondos de private equity más reputados y más rentables del mundo, lo que permite que nuestros clientes puedan acceder a estos fondos, así como, de forma muy selectiva, acceder a la coinversión de estos gestores.
Además de nuestra función habitual de ayudar a nuestros clientes a determinar su óptima estrategia de inversión, ponemos a su disposición el acceso a gestores de fondos exclusivos. Queremos garantizar que nuestros clientes puedan beneficiarse de los mejores gestores de activos del mundo.