Preparando a la siguiente generación para hacerse cargo del patrimonio familiar

Las familias con elevados patrimonios se enfrentan a un doble reto. El primero, requiere experiencia y conocimientos para poderlo gestionar bien: invertir el patrimonio familiar en una gama de servicios, de tal manera que se pueda garantizar una rentabilidad constante durante un largo período de tiempo. Lograr este objetivo no es sencillo, pero una familia puede rodearse de los mejores conocimientos técnicos -desde banqueros privados hasta family office- para garantizar que la cartera familiar se invierta en suficientes activos no correlacionados entre sí, de tal manera que pudiera resistir una potencial crisis económica si se y, al mismo tiempo, obtener una buena rentabilidad media durante un largo período de tiempo.

El segundo reto al que se enfrentan las familias es más orgánico y más emocional: la sucesión. Que haya cambios en la gobernanza familiar entre una generación y la siguiente, son momentos críticos en la historia de una familia. Este tipo de sucesión es crítica para toda organización, ya sea una compañía, una fundación, etc. Un cambio en el liderazgo trae una ola de nuevos métodos, nuevos hábitos y cambios en las opiniones que no siempre son aceptados fácilmente.

Para las familias con elevados patrimonios, especialmente las que se han fundado sobre la base de un exitoso espíritu empresarial, la preocupación va más allá de un cambio de liderazgo. La preocupación se centra en la preservación del espíritu y de la cultura familiar.

Para tener éxito, la mayoría de los empresarios que se han enfrentado a obstáculos y dificultades, que han tenido que hacer frente a la adversidad, han tenido que gestionar las relaciones con los clientes y socios a lo largo de la vida de su empresa para prospere. Estos retos son el núcleo de lo que hace que un empresario tenga éxito: superar la adversidad y cumplir con sus clientes, sus empleados y sus socios comerciales.

Es muy difícil perpetuar el espíritu empresarial de una generación a otra. Esta posible pérdida de lo que fue el corazón del éxito familiar es una preocupación importante que tienen la mayoría de las familias y tratan de abordar desde el principio. El objetivo suele ser asegurar que la próxima generación obtenga una experiencia y una educación que les permita ser capaces de ser los próximos líderes de la familia y, al mismo tiempo, mantengan la cultura básica de los fundadores.

Esa capacitación puede impartirse, mediante una combinación de educación formal y de experiencia en las empresas familiares o en otras empresas. También puede completarse con una estrecha relación de trabajo en la que participen las diversas generaciones que preceden a una sucesión, para inculcar los valores fundamentales de la familia a cada miembro.

Algunas de las familias más exitosas combinan esta educación "en el trabajo" con los miembros de más edad de la familia, con experiencias externas en empresas, bancos o consultoras de renombre, con algún otro tipo de educación, ayudando a los miembros de la próxima generación a aprender dentro y fuera de la familia unos de otros y de académicos a nivel mundial.

Algunos de los principales bancos privados más importantes han organizado programas dedicados a ayudar a las familias en la formación de sus herederos. Por ejemplo, en BNP Paribas Wealth Management contamos un programa llamado "NextGen", en el que los hijos de nuestros clientes tienen la oportunidad de atender a un programa global (Silicon Valley, París, Hong Kong) que consiste en una serie de conferencias de primer nivel y eventos a los que asisten profesionales de los mercados financieros y de estrategias de inversión, los mejores académicos de instituciones como INSEAD y otros profesionales de primera línea. Estas oportunidades de aprendizaje se ven potenciadas por el acceso a un profundo ecosistema de nuevas empresas e incubadoras para conectar a estas generaciones con los actores más innovadores y de la economía digital. Gracias a este programa, los hijos de nuestros clientes pueden aprender del resto de asistentes y de los mejores expertos a nivel mundial, y perfeccionar sus habilidades para asumir el liderazgo de la familia con el tiempo.

La combinación de la transmisión de los valores por parte de la familia y la formación por parte de algunos de los profesionales y académicos más reconocidos a nivel mundial ofrece a las próximas generaciones la ventaja de estar preparada para convertirse en líderes de su generación.